Páginas

sábado, 3 de noviembre de 2012

Pretexto de náufrago



 
Y si después de todo
alguien se animara a leer estos versos
¿qué encontraría en el fondo de estas letras?
acaso un vaso de agua con estrellas,
un río de luces perdido en tus pupilas,
o un delirio de flechas sobre el campo verde.

Pudiera ser que alguien con la paciencia de un gato
sobreviva a la esperanza de encontrar un ángel
salpicado de purezas y visiones celestiales,
(acaso pretenda una promesa de diamantes para sus manos tersas),
o un arco iris de miel donde su boca se esconde.

Sin embargo, si se afina de tacto y de oídos,
si rebusca en el sinuoso recodo de la tinta apenas develada,
si contiene respirar en los raudales de estas rayas somnolientas,
puede ser que atisbe estos fonemas, estos auxilios, estos cascajos, en fin,
solo arena de palabras encalladas.

Amigos, eso es todo,
acá no hay más tesoro que un pretexto ardiendo,
una excusa para quemar el corazón de todos,
porque un día, a pesar de nosotros, un día todos seremos uno.
 
En un círculo se confunden el principio y el fin”.
Heráclito (Fr. 103)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario